VALOR O TEMOR

Este tiempo reflexionaba mucho sobre este tema, he tenido bastante tiempo de quietud últimamente; tal vez estés pasando por la misma situación; el mundo está atravesando por una crisis en todo aspecto, por el COVID-19, pero hoy, no quiero hablar de todo lo que ha sido esta pandemia, sino más bien, de lo que ha estado dando vuelta en mi cabeza, durante todo este tiempo, me he preguntado; ¿TENEMOS EL VALOR NECESARIO PARA ENFRENTAR EL CAMBIO? O ¿EL TEMOR TE FRENAR PARA NO SALIR DE TU ZONA DE CONFORT?.

Temor o Valor, son esas palabras que están en mi mente ahora, si buscamos en el diccionario, nos daremos cuenta que significan todo lo contrario, y como consecuencia obtenemos resultados diferentes, EL VALOR nos permite conquistar nuestras metas, y EL TEMOR te impide dar pasos hacia delante.

Puede que todo esto, esté en mi cabeza; días atrás, estaba pasando por un momento, donde me di cuenta, que el temor no me dejaba avanzar, había pasado mucho tiempo, y yo no me había dado cuenta que, existía temor en mi corazón. Escribo esto, retándome a mi misma, y aceptando que algo estaba mal, pero quiero ser ejemplo para ti, de que, ENFRENTANDO LOS TEMORES, es la única manera de seguir adelante.

Hace tres meses, que por la situación no estoy trabajando, esto me ha llevado a depender 100% en el espíritu santo, no sé que va a suceder mañana, solo debo confiar, y creer que Dios tiene un plan, mejor de lo que era antes; desde que comenzó todo esto de la pandemia, me aferre a la idea de que, sería un tiempo que marcaría la diferencia, UN ANTES y UN DESPUÉS, Dios ha estado allí fielmente en todo el proceso, y yo me determine en crecer en todas mis áreas; pero ha pasado suficiente tiempo, la situación en mi trabajo sigue igual, no he recibido, esa llamada tan esperada de mi jefe, estas tres últimas semanas, en mi corazón había mucha angustia, sin saber qué debía hacer.

Me determine a buscar la dirección de Dios, de una manera aún más intensa, rompiendo con cualquier estereotipo en mi mente, Dios me dio la convicción, de que el se encargaría de todo, este es un tiempo de quietud, pero al mismo tiempo debo tener la actitud de que Dios tiene el control, aunque no lo vea con mis ojos naturales, ese plan del señor, es más grande de lo que cualquier humano ha podido imaginar (como dice la palabra de Dios), todo lo que viene a partir de ahora, será fuera de mi zona de confort; ¿QUE TANTO ESTOY DISPUESTA A OBEDECER? Fue la primera pregunta que saltó, en medio de toda la angustia.

Para cumplir el plan de Dios, lo primero que debemos hacer es dar la milla extra en todo lo que hacemos, (si, requiere más esfuerzo de tu parte), debemos entregar nuestra voluntad y deseos a Dios, incluso nuestros más íntimos sueños; esto implica aceptar la salida de parte de Dios; aunque no sea lo que esperabas; cuando digo esto, no me refiero a que Dios no va a cumplir tus sueños, al contrario, sera aun más grande de lo que pensabas, tampoco esto significa nada malo, sino que al contrario tu nivel de obediencia debe ser aún mayor, demostrándole a Dios que tu vida depende de él.

Así que la obediencia y la dependencia a Dios, son dos acciones que no deben faltar en nosotros para poder vivir el plan de Dios; se los digo ahora, aunque sé que las personas no aprenden de las experiencias vividas por otros, quiero que algo puedas entender hoy, que más que nuestros planes importen, deben ser los planes de Dios en nosotros; y esto ¿porque? Reflexionemos, todas las familias del mundo tenían una rutina, un estilo de vida, planes, viajes planificados y muchas otras cosas, pero Dios con todo su poder logró que esto se detuviera, para cambiar los planes de todas las personas, y aquí me incluyo porque mi plan hoy en día cambio; aún no sé que pueda pasar mañana, pero tengo la promesa de Dios de que el me dará o mejor; quiero compartirles los versículos de las promesas que me regalo.

“Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie”. 

1 CORINTIOS 7:23 NVI

“Pon la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti”. PROVERBIOS 4:25

“Contarás con el favor de Dios y tendrás buena fama entre la gente”. PROVERBIOS 3:4

Que fiel es Dios, y en este tiempo lo he vivido de manera personal, y quiero que sepas que vale la pena arriesgarse, por cumplir el plan de Dios en nuestra vida; vale la pena dar la milla extra, y aplicar la obediencia y la dependencia en Dios, podrás ver de manera sobrenatural lo que Dios logrará en tu vida. A pesar de que sigo esperando el tiempo de la bendición en mi área laboral, espero con gozo, con confianza, con la certeza y la convicción de que Dios está obrando aunque en mis ojos naturales no vea la diferencia, no existe angustia ni temor al fracaso, Dios está al mando.

Por último les quiero compartir algo, que estuve hablando con mi hermana en estos días, (me atrevo a compartir con ustedes algo que es personal), LA IDEA DE DIOS, exige un ensanchamiento de nuestra mente, exige de nosotros crecer más en lo que tenemos y lo que somos, y eso sucede así porque, Dios siempre nos quiere creciendo todo el tiempo, el siempre quiere más para nosotros, no pienses que mantenerte al mismo nivel es voluntad de Dios, porque no es así, al contrario él quiere a sus hijos de CABEZA Y NO DE COLA. Cree que para todo existe un tiempo debajo del sol, (Eclesiastés 3:1). Ha llegado tu tiempo, NUESTRO TIEMPO.